Entro en esta casa, abandonada hace más de diez años. Un
blog que dejó registro de mis búsquedas y mis encuentros, amistades virtuales
pero infinitamente significativas.
Abro ventanas y postigos para ventilar, sacudo el polvo de los muebles,
releo historias y comentarios, todo huele al jardín enmalezado de la vecina. Me pregunto dónde
estarán todas estas personas que habitan en los comentarios, qué habrá pasado
en diez años de sus vidas. Ahora son voces lejanas, como fantasmas que vibran
en la lectura viva de este péndulo.
Vuelvo a esta casa con ganas de escribir y tengo mucho que
contar, pero ahora debo limpiar esta cocina, que no tiene comida, ni un café me
puedo hacer acá, no hay mate ni pan, lo mínimo para ponerse a trabajar.
Es curioso, acá hay mar y cordillera, no hay fronteras, sólo
una soledad deliciosa, tiempo infinito, mi escritorio y un piano desafinado.
Hasta pronto.
Queda alguien aquí?
Alooooo!
Giuseppe Tanino