Thursday, April 12, 2007

EL CARUSO


Hace poco encontré en una revista un artículo acerca del tradicional restaurante El Caruso de Valparaíso, lugar que me acogió hace años junto a innumerables amigos durante las oscuras tardes de invierno, cuando estudiaba guitarra en el Conservatorio de la Universidad Católica.

Los gatos bajo las mesas, los vidrios empañados de las ventanas mientras afuera llovía, las piluchas en los calendarios colgando en la entrada y en el bar, pero por sobre todo esas reponedoras calugas de pescado junto a la clásica chorrillana, eran un evento sencillo pero anhelado por mi y por toda la cofradía.

Recuerdo también la Radio Cooperativa sonando desde la cocina, el olor a fritanga, las carcajadas de Pedro, Ilda y Edgar, y más de alguna dilatada conversación en esas horas raras en donde no va nadie más que uno.

Me llamó la atención ver un artículo de ese restaurante en una revista culinaria, ya que nunca fue un lugar destacado en sus preparaciones, así que lo leí.

En efecto, ha cambiado el giro y se ha convertido en un restaurante fino, con cocina de autor, también llamada “cocina fusión”, su decoración tiene más estilo y sus instalaciones son más higiénicas. Parece que la idea es extender el circuito turístico porteño desde el Cerro Concepción hacia el Cerro Cárcel por la subida Cumming. La idea no me parece mala, considerando que el antiguo Caruso había desaparecido. Lo que me irritó de sobremanera fue el tono petulante del redactor del artículo, un conocido crítico gastronómico que se hace llamar Ruperto de Nola, como el legendario cocinero de Alfonso V de Aragón. Este caballero se refiere al antiguo Caruso como un lugar “que en sus orígenes fue algo siniestro, donde llegaban los curagüillas a comer tallarines recocidos con salsa de tomates de tarro y a tomar unos morapios y vinachos turbios de una categoría infrahumana. Llega uno ahora, en cambio, a algo que se asemeja notablemente a un bistró francés…”

Me parece una vergüenza denigrar a un restaurante tradicional por el sólo hecho de ser humilde, hablar de categorías infrahumanas para referirse a más de tres cuartos de la población nacional que no le alcanza la plata para pagar una cuenta de restaurante “chic”. Por suerte cambió! dice Ruperto. Seguro cuando Ruperto de Nola visita alguna hacienda y degusta un tradicional pipeño habla de altas concentraciones de azúcar, de la cepa país, del valor de lo rústico y del sabor a campo, pero cuando se toma el mismo vino en el antiguo Caruso (cosa que dudo que haya hecho) habla de morapios y vinachos turbios.
Cosa curiosa, este cuico (denominación que en Chile reciben los adinerados petulantes y arribistas) es magíster en sociología, es decir, debe ser capaz de analizar fenómenos sociales desde una perspectiva científica. Al parecer don Ruperto será recordado por crear una variante nueva del etnocentrismo, el “cuicocentrismo”. En fin, no crean que tengo nada en contra del restaurante, de hecho tengo curiosidad por visitarlo.

En el sitio web de El Caruso se hace una reseña al antiguo restaurante de forma muy respetuosa, sin ponerle el pie encima, me gustaría que lo leyeran:
http://caruso.cl/

Don Ruperto, si por casualidad lee esto, sepa usted que ha ofendido a unos cuantos parroquianos del antiguo y respetable Caruso, y espero que tome esto como una crítica constructiva.

Giuseppe Tanino

22 comments:

valeria said...

Hola... estoy de acuerdo con tu indignación, pero debes entender que Ruperto de Nola es un personaje y como tal es cuico, afectado para escribir (usa palabras que nadie ocupa en el siglo XXI) y dentro de ese personaje es lógico que se refiera a un restaurante popular con esas palabras. Lo malo es que, claro, ofende.
Saludos.

Pedro J. Sabalete Gil said...

A mi seguro que antes me gustaba más porque era más auténtico y porque estoy cansado, hastiado de la nouvelle cuisine. Aquí han convertido lugares con encanto en algo parecido a franquicias de Maxims.

El disco, maravilloso, lo estoy escuchando bastante. Encaja muy bien con el tiempo primaveral y cambiante que tenemos ahora en Iberia.

Saludos.

David Miranda said...

Ruperto: Pudrase ( "con todo respeto" )

Leo: Salud! ( con vino de categoría infrahumana humanoide bolechevique; en lo posible )sino; un Emiliana no me desagrada...

ah, y viva el ocio!!!

(la madre de todos los vicios)

Anonymous said...

Tu descripciòn del viejo Caruso me recordó ciertos lugres que visité.
Beso!

Gaby del Río said...

Hola, mi estimado Tanino!!! Lamento muchísimo mi ausencia, sinceramente no he podido visitar tanto como quisiera, pero aquí estoy.

Leo tu post y entiendo perfectamente, el ser humilde no hace un lugar horrible y de mala calidad, a veces los lugares más humildes son los mejores, en calidad y calidez, esa es la verdad, y en cuanto al autor que mencionas, bueno, seguramente es de mente tan cerrada y lo educaron para que piense que es de el 1er mundo, de los que debe pensar que la pobreza es la escoria, cuando su mente no alcanza a entender que la escoria es la gente que piensa como el.
Te envío un gran abrazo.
Saludos!!!
:)

.:Elisa:. said...

Encontre genial tu termino de "cuicocentrismo" para calificar a tan superfial personaje...y como el hay muchos.

Saludos

Olga Cristina said...

Alguien honesto debía replicar,y lo has hecho muy bien, sin bajezas como ese don Ruperto que de sociologo sólo debe tener el diploma.

MaríaGabriela said...

Toda la razón.
Hace poco me invitó un profe amigo, a merendar ahí, la cuenta elevadísima y más encima, una muestra de comida.

Si eso es llamar a un restaurante de calidad, me quedo con lo de antaño, fideos con salsa y un buen vino.

Tanta sofisticación a mi Valpo. no le viene.

Un abrazo

NataliailataN said...

a propósito de restauantes, ah??


te interesó? es un sushi bar... pero tienes que ir conmigo para que te hagan descuento ;)


Saludos


N.

Sofia said...

Con respecto a esto, me llama la atención:
1)Que el susodicho tenga la desfachatez se ponga un pseudónimo tan magno, a no ser que cocine como lo hacía al que invoca.

2)Que tenga (nuevamente) la desfachatez de dar una opinión de tipo despectivo cuando le corresponde desarrollar un tema gastronómico. Probablemente no conoció el lugar en los tiempos que mencionas.

3) Que tenga (repito, nuevamente) la desfachatez de tener un postgrado y emitir una opinión de ese tipo! Tal vez le hace falta un diplomado en gastonomía... Puede ser...

En fin, una lástima que se puedan publicar opiniones de lugares tan poco objetivas y lejos de su contexto urbano-histórico. Pese a su reciente afrancesamiento pasarñe a darme una vuelta cuando ande por esos lados!

Un abrazo Tanino

Miguel Ortiz A. said...

excelente dato! gracias...

conoces "el desayunador"?

salu2
Maicol

Marsu said...

Hola,
Sólo para decirte que fue un placer aterrizar por acá..
Suerte!

Cromatica said...

Me has hecho recordar mis andadas universitarias en bares de bajo perfil! aun cuando no fueran gastronomicamente buenos, en precio lo eran y permitian a un grupo de estudiantes, compartir y arreglar el mundo!

Siempre soy de la idea que para hacer comparaciones de tipo profesional no tienes que emitir un criterio taan personal que interfiera en la objetividad de la critica.

Besos

Pamela Albarracín said...

soy una enamorada de Valparaiso y sus rincones infinitos. La magia està en todo eso que relatas, en esos encuentros, en que los amigos y las risas y bueno tbn los llantos...aaah y como no!! es los vinachos infrahumanos que nombra el cuico jajaja (no debe tener muchos amigos)
te dejo un abrazo y muchas gracoas por la visita. tu blog me encantò.
Pame
aaay quiero ir a Valparaiso ahora :)

Anonymous said...

Aps Tanino suele pasar lo que comentas, seremos muy romanticos,, quizás. Yo estoy en Conce y no conozco el lugar, pero si me dan a elegir preferiria el antiguo lugar. Tons hagamos un grupo y vamos en masa a hacer valer la historia... ñami ñami,

Cecilia - Titi said...

Me habria encantado conocer el viejo Caruso....fijate tu, más que el nuevo....debio tener como esa mística de un lugar de tradición....antiguo y no por eso viejo.

Creo que la humildad no tiene nada que ver con la picanteria....y el "comentarista"...bueno es lo que es no más ¿verdad?.

Buenas fotos, un gusto leerte como siempre.
Cariños,
Titi

Antona said...

Vengo a darte las gracias, por la leccion que me diste en mi blog.
salu2

Astrid said...

Si pudiesemos conseguir que todos pensaran y actuaran como lo hacemos nosotros, seguro sería más sencillo...
lindos recurdos de juventud tendras por allí..
te dejo un beso y dos, gracias por visitarme, te espero siempre.

Anonymous said...

Bien dicho. Creo que no hay valores màs grandes que lo sincero y lo auténtico. Si siguen adornando Valpo com una tarjeta postal pal turista, es"eso" justamente lo que và a desaparecer. Ese Ruperto .... que se vaya a comer un huevito ...
un saludo******
Daniela

Viviana Scacchi said...

Hej menito!

He tenido la suerte, debo decir por la calidad de sus platos, de haber sido invitada a comer al nuevo Caruso. Es un lugar agradable y acogedor. Claramente está solo al alcance de quienes ganan lo suficiente como para darce el gustillo... esto ya me causa desasosiego. Que el sueldo mínimo sea tán mínimo, que no nos permita a todos, darnos un gustillo de vez en cuando.

Me habría gustado haber compartido un par de chorrillanas con vino, en el antiguo Caruso, haber compartido una conversación al paso con conocidos y desconocidos, haber sabido de historias que te alimentan el alma y la vida... te aseguro que de todo esto, sobre todo 'de compartir', don Ruperto no tiene la menor idea... se pierde lo mejor de la vida, lo que no se puede degustar ni con el mejor de los sueldos.

Abrazo menito
Waterpipe

Unknown said...

Dicen, que los restaurantes en los que se encuentran más camiones aparcados en la puerta suelen responder a lugares humildes con muy buena comida y muy buen precio.

Desde luego, a los que yo he podido ir responden a estos criterios..

Siempre me ha gustado sobremanera la cualidad tan poco valorada de la "humildad" que normalmente esconde mil tesoros.

Oleadas de besos.

ms said...

Muy de acuerdo con las nostalgias , debo agregar que la dueña del caruso "antiguo" tenía siempre cola de mono, de esa curadora curadora... y que después de un ar de vasitos naie salia campeón de rana con facilidad. Por otro lado el nuevo "caruso" tiene sus cosas ricas, y como te gusta el buen vino lo podrás disfrutar de sobra con (aquí viene el dato) pulpo la oliva, lejos una delicia, ah! pero no es plato de carta, así que cuando quieras ir, llamas y preguntas si pueden preparalo para ti, que Marcia te lo sugirió. después me cuentas..
Ms